CONDUCTISMO
Gran parte de la conducta animal y humana
se adquiere por condicionamiento clásico, a pesar de que el sujeto no tenga
intención deliberada de cambiar su conducta.
El
condicionamiento clásico implica el aprendizaje de relaciones entre estímulos.
Permite, tanto a los animales como a los humanos, aprender la secuencia
ordenada de los sucesos ambientales; por ejemplo, a aproximarse a señales de
comida, reaccionar emocionalmente ante el miedo, presentar aversión a ciertos
sabores, etc. Aprender significa adquirir nuevas formas de actuación.
Condicionamiento clásico. Los experimentos
de Pavlov.
Estudiando los procesos de digestión de
los perros, Pavlov observó casualmente que la salivación y secreción de jugos
gástricos se producían en los animales antes de que éstos vieran los alimentos,
simplemente con oír los pasos de la persona que les traía de comer.
A partir de esta observación ideó un experimento: antes de presentar la
comida a un perro hacía sonar una campana. Al principio, el perro sólo
segregaba jugos gástricos al ver la comida, pero al repetirse de forma
constante la secuencia sonido de la campana presentación de la comida, el perro
comenzó a segregar jugos gástricos al oír la campana antes de ver la comida.
Pavlov se refería a la comida como estímulo incondicionado (EI) porque
provocaba salivación sin un entrenamiento previo. El sonido de la campana al
comienzo, es un estímulo neutro (EN), porque antes del condicionamiento no
provoca salivación, pero, una vez que lo asociamos con la comida (EI), se
convierte en un estímulo condicionado (EC).
A la salivación producida por la comida la denominó respuesta
incondicionada (RI) y a la producida por un tono o una luz, respuesta
condicionada (RC). Es decir, a aquellos estímulos y respuestas cuyas
propiedades no dependen de un entrenamiento previo se les llamó
“incondicionados”, y a los que sí dependen de ese entrenamiento o asociación
“estímulos condicionados”. Existen varios procedimientos de condicionamiento
clásico o formas de presentación en el tiempo de los estímulos EC y EI Las
variaciones existentes entre los mismos producen diferente ritmo y extensión de
condicionamiento y no poseen la misma efectividad.
El procedimiento más utilizado y más eficaz para producir
condicionamiento en muchas situaciones es el condicionamiento de demora corta:
el EC se presenta antes que el EI, pero de forma que ambos se solapan. Pavlov
presentaba al perro el sonido, y antes de que éste desapareciera, presentaba la
comida.
Antes del condicionamiento
EI Rl
(comida) (salivación)
EN (ruido) no hay
respuesta
Ensayos de condicionamiento
EI EC
(comida) (ruido)
RI (salivación)
Ensayo de prueba
EC RC
(ruido) (salivación)
¿Que factores
influyen en el condicionamiento? Podemos detectar los siguientes:
- La novedad:
de ella depende la huella de un estímulo sobre la conducta. Los estímulos
novedosos provocan reacciones más intensas que aquellos que nos resultan
familiares.
- la
intensidad: cuanto más intenso sea un estímulo. la asociación EC-EI se
producirá con más rapidez y el condicionamiento será mayor.
- La
relevancia: se aprende mejor la asociación entre EC y EI que son relevantes
entre sí. Tanto los animales como los humanos aprenden mejor la aversión a
ciertas comidas que están relacionadas con la enfermedad que a otros estímulos
que no son alimenticios, como el lugar donde se comió.
Condicionamiento instrumental (Thorndike, Skinner y Seligman)
Una conducta se
desarrolla por las consecuencias que produce. Aquellas respuestas que emitimos,
porque nos sirven para producir ciertas consecuencias, se denominan conducta
operante o instrumental. Se la puede considerar como una conducta dirigida a
una meta. La conducta operante es voluntaria. Existen varias formas de aumentar
o disminuir la probabilidad de una respuesta, pero la iniciativa pertenece
siempre al organismo que emite dicha respuesta.
Para
cualquier organismo, un problema esencial es saber la forma en que la conducta
se relaciona con los hechos ambientales que experimenta. Un organismo debe
organizar su conducta para enfrentarse a diversos desafíos, y debe hacerlo de
forma que aproveche al máximo su tiempo y energía. Es preciso saber qué hechos
están bajo nuestro control para poder distribuir los esfuerzos de una forma
eficaz.
Edward Lee Thorndike (1874-1949)
Fue
uno de los pioneros en el estudio del condicionamiento operante (o
instrumental). Introducía gatos en cajas diseñadas por él y colocaba un trozo
de comida fuera. Las cajas tenían una puerta con un pestillo. Al principio, los
gatos producían respuestas estereotipadas, como oler la comida a través de los
barrotes, golpear las paredes de la jaula, hasta que accionaban el pestillo y
abrían la puerta que daba paso ala comida. A medida que realizaban nuevos
ensayos, el tiempo que tardaban entre la entrada y la salida de la jaula era
más breve.
Thorndike
estableció un principio simple, pero muy importante, que llamó Ley del efecto,
y que puede enunciarse así: cualquier conducta que en una situación Produce un
resultado satisfactorio se hara más probable en el futuro en situaciones
similares. Si una respuesta, ejecutada en presencia de un estímulo, va seguida
de un hecho satisfactorio, la asociación entre el estímulo y la respuesta se
fortalece. Pero si a la respuesta le sigue un hecho molesto o desagradable, la
asociación se debilita.
Skinner (1904-1990)
Consideraba
en su obra La conducta de los organismos
(1938) que la tarea del conductismo era identificar y aislar los factores
ambientales que controlan la conducta. Desarrolló una tecnología de la
conducta, insistiendo en los principios operantes para controlar la conducta en
el trabajo, en la escuela o en el hogar.
Si
la conducta está conformada por sus consecuencias, hay que administrar
recompensas para promover conductas deseables. Un animal o un sujeto pueden
controlar la frecuencia de la respuesta y determinar la cantidad de
reforzamiento. La frecuencia y consistencia de la respuesta son los índices del
aprendizaje.
Con
el propósito de estudiar estos hechos diseñó un aparato de configuración
sencilla conocido hoy como “caja de Skinner”, que es un recinto cerrado con una
palanca en una pared de la caja y un dispensador para presentar comida cuando
se presiona la palanca. La caja ha sido modificada para acomodar a distintos
animales.
En
el condicionamiento operante, el sujeto aprende a realizar ciertas operaciones
con vistas a producir un resultado. Este aprendizaje permite al sujeto asociar
la realización de cierta conducta con la obtención de resultados positivos o
negativos. Un estímulo que incrementa la frecuencia de la conducta que le
precede se denomina reforzador.
Lo
esencial del refuerzo es que favorece la repetición de la conducta. Skinner
distinguió entre reforzadores primarios y secundarios:
- Refuerzos primarios: estímulos biológicamente importantes porque tienen propiedades reforzantes innatas, como la comida, el agua, la actividad sexual, etcétera.
- Refuerzos secundarios: estímulos cuyas propiedades reforzantes se deben a su asociación con los refuerzos primarios, por ejemplo el dinero, las notas escolares, las medallas atléticas, etc.
Existen varias
formas de producir aprendizaje operante:
Refuerzo
positivo
Se
caracteriza porque a la aparición de una respuesta le sigue un estímulo que es
reforzante o agradable para el sujeto. Un trabajo académico original es
reforzado con un: buena nota.
Es el mecanismo
de aprendizaje más efectivo tanto para los animales como para los seres
humanos. Sin embargo, la efectividad del refuerzo positivo depende de una serie
de variables:
- Cuanto mayor es la cantidad de recompensa, mayor es el esfuerzo realizado. No es lo mismo trabajar por un salario que por otro.
- Entre el esfuerzo y la conducta reforzada tiene que haber una proximidad temporal. Si se demora la entrega del refuerzo se produce una caída en la ejecución de la conducta instrumental.
Cuando
se dan premios de forma indiscriminada, no conectados de forma clara con
actividades consideradas como deseables y positivas (en ocasiones incluso
coincidiendo con comportamientos negativos), esta actitud puede ejercer un
efecto educativo perjudicial; por ejemplo, cuando los padres refuerzan a los
hijos con un viaje de estudios sin merecerlo.
- El nivel de motivación es fundamental en el aprendizaje. Una rata o una paloma saciadas no trabajan. Si colocamos a dos ratas, una hambrienta y otra saciada- en un laberinto con un trozo de carne en la meta, la primera recorrerá rápidamente el camino, mientras que la segunda se dedicará a curiosear.
Refuerzo
negativo Se caracteriza por la
terminación de un estímulo aversivo o desagradable cuando la conducta
aparece.
Existen dos
procedimientos:
- Condicionamiento de escape: en esta situación. el estímulo aversivo se presenta de forma constante pero se puede interrumpir dando la respuesta instrumental. Los prisioneros de cualquier cárcel pueden escapar de ella fugándose, y podemos huir de un programa televisivo aburrido desenchufando el televisor
- Aprendizaje de evitación: en este procedimiento, el estímulo aversivo se programa para ser presentado en el futuro, y la respuesta lo impide. Muchos estudiantes trabajan para evitar una mala nota en el futuro y nos hacemos un chequeo médico para prevenir enfermedades.
Entrenamiento
de omisión
Se
produce cuando la respuesta operante impide la presentación de un refonador
apetitivo o de un hecho agradable, como hacen los padres al no dejar salir a su
hijo al cine o no realizar un viaje prometido si dedica todo su tiempo al ocio
y no estudia o trabaja. Con este procedimiento, también denominado “tiempo
fuera”, se consigue un descenso de la respuesta instrumental.
Castigo
Es
el precio a pagar por una conducta no deseada o utilizado como amenaza para
conseguir la adhesión a ciertas normas o códigos. La disminución de una
conducta ante un castigo se explica porque el suceso que la sigue es un
estímulo aversivo. Si una persona aparca mal el coche y se lo lleva la grúa
(multa) es posible que no vuelva a repetirlo. El castigo disminuye la
probabilidad de la respuesta en el futuro.
Algunos de los
factores que influyen en su aplicación son:
- La intensidad: cuanto más intenso sea el castigo mayor es la supresión de la conducta.
- La demora en su aplicación: reduce la efectividad del castigo.
- La constancia: es otra variable importante. No se debe castigar unas veces sí y otras no.
- El castigo: hace que desaparezca temporalmente la conducta, pero puede aparecer posteriormente. Tiende a inhibir la conducta, pero no a extinguirla. Las consecuencias secundarias que genera son frustración, agresividad, etc., y pueden hacer que se detenga el proceso de aprendizaje. Por eso es mejor reforzar conductas alternativas a la castigada. El castigo es menos eficiente que el refuerzo positivo para modificar algunas conductas.
Conducta supersticiosa
Skinner fue uno de los primeros psicólogos que mencionaron la
posibilidad del condicionamiento “accidental”. Realizó experimentos con
palomas, a las que dejó solas en sus jaulas, y dispuso las cosas de forma que
un dispensador automático de alimentos dejara caer unos granos de maíz en las
jaulas a intervalos regulares. Algunas palomas introducían la cabeza en la
esquina superior de la jaula, otras saltaban sobre una pata, otras estiraban su
cuello. En estos casos, la conducta ocurría antes de que apareciese la comida.
Las palomas se comportaban como si esos actos fueran la causa de la aparición
del alimento, aunque no existía ningún tipo de relación.
Skinner bautizó la conducta que se producía en las palomas
con la expresión conducta supersticiosa, porque estos comportamientos le
parecían similares a las creencias supersticiosas que se dan en muchas
culturas. Así como algunos seres humanos asocian andar bajo una escalera o
cruzarse con un gato negro con la mala suerte, las palomas asociaban la extraña
conducta que realizaban con la presentación de la comida.
La conducta supersticiosa, extraña y contraria a la razón
humana, es aquella que ha sido fortalecida o debilitada por haber sido
reforzada o castigada accidentalmente debido al emparejamiento casual entre una
respuesta y un reforzador. Este condicionamiento es extraño, porque, en lugar
de darse una relación causal respuesta-reforzador, es una relación casual.
Somos supersticiosos cuando atribuimos un resultado a una causa que no lo ha
originado.
Aunque muchos actores o deportistas llevan sus amuletos de la
suerte, esta conducta supersticiosa no es extrapolable en su totalidad a los
humanos, cuyos rituales supersticiosos generalmente son transmitidos por la
cultura.
Seligman, la indefensión aprendida.
En su obra Indefensión (1975)
expone algunos experimentos con animales que realizó para estudiar las
reacciones conductuales ante situaciones en las que es imposible escapar para
evitar estímulos desagradables. El
diseño experimental consta de dos fases, una de pretratamiento (a) y otra de
prueba (b) y se utilizan tres grupos de sujetos:
·
Grupo escapable. Se expone a los sujetos a un
acontecimiento, como una descarga, que pueden controlar ejecutando alguna
respuesta.
·
Grupo inescapable. Son expuestos a idéntica
situación, pero sus respuestas no pueden modificar el acontecimiento (no tienen
control sobre él).
·
Grupo control. No recibe pretratamiento.
Durante la fase de prueba se somete a todos los sujeto a un
tipo de condicionamiento idéntico, normalmente de escape-evitación, para
comprobar los efectos producido en el aprendizaje anterior.
Comprobó que los perros que habían sufrido descargas
inescapables durante la primera fase no aprendían a saltar al compartimento de
seguridad para evitar la descarga
durante la segunda fase. Una explicación de este fenómeno es que los
perros aprenden que la descarga es administrada independientemente de su
conducta.
Para los conductistas, el aprendizaje se debe ala asociación
entre una conducta y sus resultados: si éstos son positivos, el sujeto
aprenderá a repetir la acción. También aprende una relación de causa-efecto
entre dos variables.
Seligman advierte que es posible aprender la independencia de
esas variables. En algunas ocasiones, un estudiante estudia mucho y no aprueba,
¿ha aprendido la relación entre esas dos variables o pensará que son
independientes sin relación causa-efecto?
La indefensión aprendida (IA) consiste en la falta de
convicción en la eficacia de la propia conducta para cambiar el rumbo de los
acontecimientos que vive el sujeto o para alcanzar los objetivos que se desean
debido a la expectativa de falta de control. Algunos de sus efectos son:
·
Déficit motivacional: los animales o las
personas son incapaces de iniciar una conducta voluntaria. La pasividad de los
perros o las personas, tras sucesos traumáticos e incontrolables, refleja la
incapacidad de los mismos para iniciar nuevas conductas (inhibición
conductual).
·
Déficit cognitivo: es la incapacidad para
realizar nuevos aprendizajes o para beneficiarse de nuevas experiencias.
Generalmente, las expectativas futuras dependen de la creencia en que podemos
controlar las experiencias pasadas y presentes.
·
Déficit emocional: los estudios con humanos
muestran que después de una experiencia incontrolable se originan sentimientos
de indefensión, impotencia, frustración y depresión