lunes, 3 de abril de 2017

CONDUCTISMO 

El conductismo, según su fundador John Watson, es una escuela natural que se atribuye todo el campo de las adaptaciones humanas. 
Otro reconocido autor de esta corriente Kantor (1963/1990) lo define como: una renuncia a las doctrinas del alma, la mente y la consciencia, para ocuparse del estudio de los organismos en interacción con sus ambientes. En términos más amplios, lo considera como equivalente al término "ciencia", dado que se ocupa de la naturaleza a partir del "principio del comportamiento". La Psicologìa estudia las interacciones entre los organismos y su entorno.
Las leyes de la conducta Las leyes específicas del aprendizaje se aplican al condicionamiento, que es el proceso por el cual las respuestas se unen a un estímulo particular; también se lo denomina condicionamiento ER (estímulo-respuesta). Hay dos tipos de condicionamiento: clásico y operante.
Condicionamiento clásico: Proceso de aprendizaje mediante el cual se asocia un estímulo que acarrea significado (tal como el olor de un alimento para un animal) con un estímulo neutro que no tenía ningún significado especial antes del condicionamiento (condicionamiento pavloviano).
Condicionamiento operante o instrumental: Proceso de aprendizaje por el cual una acción en particular es seguida por algo deseable (lo cual hace más factible que la persona o animal repita la acción) o por algo no deseable (lo cual hace menos factible que se repita la acción). 
En suma, "conductismo" constituye una manera de estudiar lo psicológico desde la perspectiva de una ciencia de la conducta, sin mentalismo (atribuciones dualistas extramateriales como el alma o la mente), ni reduccionismos (utilizar explicaciones tomadas de disciplinas como la neurología, la lógica, la sociología o el procesamiento de la información).
Esto no significa dejar de lado los procesos cognitivos como tantas veces se malinterpreta, sino considerarlos como "propiedades de la conducta en función". O sea, comportamientos sujetos a las mismas leyes que el comportamiento manifiesto que involucran respuestas lingüísticas y sensoriales de tipo encubierto, las cuales, para ser investigadas, deben especificarse en términos del tipo de interacción, amplificarse mediante aparatos o acudir al autoinforme del individuo.
Condicionamiento clásico. 
       Gran parte de la conducta animal y humana se adquiere por condicionamiento clásico, a pesar de que el sujeto no tenga intención deliberada de cambiar su conducta.  
El condicionamiento clásico implica el aprendizaje de relaciones entre estímulos. Permite, tanto a los animales como a los humanos, aprender la secuencia ordenada de los sucesos ambientales; por ejemplo, a aproximarse a señales de comida, reaccionar emocionalmente ante el miedo, presentar aversión a ciertos sabores, etc. Aprender significa adquirir nuevas formas de actuación. 

Los experimentos de Pavlov (1849-1936).
       Estudiando los procesos de digestión de los perros, Pavlov observó casualmente que la salivación y secreción de jugos gástricos se producían en los animales antes de que éstos vieran los alimentos, simplemente con oír los pasos de la persona que les traía de comer. 
A partir de esta observación ideó un experimento: antes de presentar la comida a un perro hacía sonar una campana. Al principio, el perro sólo segregaba jugos gástricos al ver la comida, pero al repetirse de forma constante la secuencia sonido de la campana presentación de la comida, el perro comenzó a segregar jugos gástricos al oír la campana antes de ver la comida.
Pavlov se refería a la comida como estímulo incondicionado (EI) porque provocaba salivación sin un entrenamiento previo. El sonido de la campana al comienzo, es un estímulo neutro (EN), porque antes del condicionamiento no provoca salivación, pero, una vez que lo asociamos con la comida (EI), se convierte en un estímulo condicionado (EC).  A la salivación producida por la comida la denominó respuesta incondicionada (RI) y a la producida por un tono o una luz, respuesta condicionada (RC). Es decir, a aquellos estímulos y respuestas cuyas propiedades no dependen de un entrenamiento previo se les llamó “incondicionados”, y a los que sí dependen de ese entrenamiento o asociación “estímulos condicionados”. Existen varios procedimientos de condicionamiento clásico o formas de presentación en el tiempo de los estímulos EC y EI Las variaciones existentes entre los mismos producen diferente ritmo y extensión de condicionamiento y no poseen la misma efectividad. 
El procedimiento más utilizado y más eficaz para producir condicionamiento en muchas situaciones es el condicionamiento de demora corta: el EC se presenta antes que el EI, pero de forma que ambos se solapan. Pavlov presentaba al perro el sonido, y antes de que éste desapareciera, presentaba la comida.

Antes del condicionamiento 
EI                             Rl
(comida)                   (salivación) 

EN (ruido)                no hay respuesta 

Ensayos de condicionamiento 
EI                             EC
(comida)                   (ruido) 

RI (salivación) 

Ensayo de prueba 
EC                            RC
(ruido)                       (salivación)     

¿Que factores influyen  en el condicionamiento?  Podemos detectar los siguientes:
- La novedad: de ella depende la huella de un estímulo sobre la conducta. Los estímulos novedosos provocan reacciones más intensas que aquellos que nos resultan familiares. 
- La intensidad: cuanto más intenso sea un estímulo. la asociación EC-EI se producirá con más rapidez y el condicionamiento será mayor. 
- La relevancia: se aprende mejor la asociación entre EC y EI que son relevantes entre sí. Tanto los animales como los humanos aprenden mejor la aversión a ciertas comidas que están relacionadas con la enfermedad que a otros estímulos que no son alimenticios, como el lugar donde se comió. 

John Broadus Watson (1878-1958)
Fue uno de los psicólogos estadounidenses más importantes del siglo XX, conocido por haber fundado la Escuela Psicológica Conductista, que inauguró en 1913 con la publicación de su artículo «La Psicología tal como la ve el Conductista».
Es célebre la frase, que él mismo admitió como exageración, en la que sostiene que tomando una docena de niños cualquiera, y aplicando técnicas de motivación de conducta, podría conseguir cualquier tipo de persona que deseara:
"Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger —médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón— prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados".
Es conocido también por su controvertido experimento con el Pequeño Albert realizado junto a Rosaline Rayner su asistente personal.
Condicionamiento instrumental (Thorndike, Skinner y Seligman)
Una conducta se desarrolla por las consecuencias que produce. Aquellas respuestas que emitimos, porque nos sirven para producir ciertas consecuencias, se denominan conducta operante o instrumental. Se la puede considerar como una conducta dirigida a una meta. La conducta operante es voluntaria. Existen varias formas de aumentar o disminuir la probabilidad de una respuesta, pero la iniciativa pertenece siempre al organismo que emite dicha respuesta.
Para cualquier organismo, un problema esencial es saber la forma en que la conducta se relaciona con los hechos ambientales que experimenta. Un organismo debe organizar su conducta para enfrentarse a diversos desafíos, y debe hacerlo de forma que aproveche al máximo su tiempo y energía. Es preciso saber qué hechos están bajo nuestro control para poder distribuir los esfuerzos de una forma eficaz.

Edward Lee Thorndike (1874-1949) 
Fue uno de los pioneros en el estudio del condicionamiento operante (o instrumental). Introducía gatos en cajas diseñadas por él y colocaba un trozo de comida fuera. Las cajas tenían una puerta con un pestillo. Al principio, los gatos producían respuestas estereotipadas, como oler la comida a través de los barrotes, golpear las paredes de la jaula, hasta que accionaban el pestillo y abrían la puerta que daba paso a la comida. A medida que realizaban nuevos ensayos, el tiempo que tardaban entre la entrada y la salida de la jaula era más breve. 
Thorndike estableció un principio simple, pero muy importante, que llamó Ley del efecto, y que puede enunciarse así: cualquier conducta que en una situación produce un resultado satisfactorio se hará más probable en el futuro en situaciones similares. Si una respuesta, ejecutada en presencia de un estímulo, va seguida de un hecho satisfactorio, la asociación entre el estímulo y la respuesta se fortalece. Pero si a la respuesta le sigue un hecho molesto o desagradable, la asociación se debilita. 

Skinner (1904-1990) 
Consideraba en su obra La conducta de los organismos (1938) que la tarea del conductismo era identificar y aislar los factores ambientales que controlan la conducta. Desarrolló una tecnología de la conducta, insistiendo en los principios operantes para controlar la conducta en el trabajo, en la escuela o en el hogar. 
Si la conducta está conformada por sus consecuencias, hay que administrar recompensas para promover conductas deseables. Un animal o un sujeto pueden controlar la frecuencia de la respuesta y determinar la cantidad de reforzamiento. La frecuencia y consistencia de la respuesta son los índices del aprendizaje. 
Con el propósito de estudiar estos hechos diseñó un aparato de configuración sencilla conocido hoy como “caja de Skinner”, que es un recinto cerrado con una palanca en una pared de la caja y un dispensador para presentar comida cuando se presiona la palanca. La caja ha sido modificada para acomodar a distintos animales.
En el condicionamiento operante, el sujeto aprende a realizar ciertas operaciones con vistas a producir un resultado. Este aprendizaje permite al sujeto asociar la realización de cierta conducta con la obtención de resultados positivos o negativos. Un estímulo que incrementa la frecuencia de la conducta que le precede se denomina reforzador. 
Lo esencial del refuerzo es que favorece la repetición de la conducta. Skinner distinguió entre reforzadores primarios y secundarios: 
·         Refuerzos primarios: estímulos biológicamente importantes porque tienen propiedades reforzantes innatas, como la comida, el agua, la actividad sexual, etcétera. 
·         Refuerzos secundarios: estímulos cuyas propiedades reforzantes se deben a su asociación con los refuerzos primarios, por ejemplo el dinero, las notas escolares, las medallas atléticas, etc

Existen varias formas de producir aprendizaje operante: 

Refuerzo positivo
Se caracteriza porque a la aparición de una respuesta le sigue un estímulo que es reforzante o agradable para el sujeto. Un trabajo académico original es reforzado con un: buena nota. 
Es el mecanismo de aprendizaje más efectivo tanto para los animales como para los seres humanos. Sin embargo, la efectividad del refuerzo positivo depende de una serie de variables:

·         Cuanto mayor es la cantidad de recompensa, mayor es el esfuerzo realizado. No es lo mismo trabajar por un salario que por otro.
·         Entre el esfuerzo y la conducta reforzada tiene que haber una proximidad temporal. Si se demora la entrega del refuerzo se produce una caída en la ejecución de la conducta instrumental. 

Cuando se dan premios de forma indiscriminada, no conectados de forma clara con actividades consideradas como deseables y positivas (en ocasiones incluso coincidiendo con comportamientos negativos), esta actitud puede ejercer un efecto educativo perjudicial; por ejemplo, cuando los padres refuerzan a los hijos con un viaje de estudios sin merecerlo

·         El nivel de motivación es fundamental en el aprendizaje. Una rata o una paloma saciadas no trabajan. Si colocamos a dos ratas, una hambrienta y otra saciada- en un laberinto con un trozo de carne en la meta, la primera recorrerá rápidamente el camino, mientras que la segunda se dedicará a curiosear.

Refuerzo negativo  Se caracteriza por la terminación de un estímulo aversivo o desagradable cuando la conducta aparece. 
Existen dos procedimientos: 
·         Condicionamiento de escape: en esta situación. el estímulo aversivo se presenta de forma constante pero se puede interrumpir dando la respuesta instrumental. Los prisioneros de cualquier cárcel pueden escapar de ella fugándose, y podemos huir de un programa televisivo aburrido desenchufando el televisor 
·         Aprendizaje de evitación: en este procedimiento, el estímulo aversivo se programa para ser presentado en el futuro, y la respuesta lo impide. Muchos estudiantes trabajan para evitar una mala nota en el futuro y nos hacemos un chequeo médico para prevenir enfermedades. 

Entrenamiento de omisión 
Se produce cuando la respuesta operante impide la presentación de un refonador apetitivo o de un hecho agradable, como hacen los padres al no dejar salir a su hijo al cine o no realizar un viaje prometido si dedica todo su tiempo al ocio y no estudia o trabaja. Con este procedimiento, también denominado “tiempo fuera”, se consigue un descenso de la respuesta instrumental. 

Castigo 
Es el precio a pagar por una conducta no deseada o utilizado como amenaza para conseguir la adhesión a ciertas normas o códigos. La disminución de una conducta ante un castigo se explica porque el suceso que la sigue es un estímulo aversivo. Si una persona aparca mal el coche y se lo lleva la grúa (multa) es posible que no vuelva a repetirlo. El castigo disminuye la probabilidad de la respuesta en el futuro. 
Algunos de los factores que influyen en su aplicación son: 
·         La intensidad: cuanto más intenso sea el castigo mayor es la supresión de la conducta.
·         La demora en su aplicación: reduce la efectividad del castigo
·         La constanciaes otra variable importante. No se debe castigar unas veces sí y otras no.
·         El castigo: hace que desaparezca temporalmente la conducta, pero puede aparecer posteriormente. Tiende a inhibir la conducta, pero no a extinguirla. Las consecuencias secundarias que genera son frustración, agresividad, etc., y pueden hacer que se detenga el proceso de aprendizaje. Por eso es mejor reforzar conductas alternativas a la castigada. El castigo es menos eficiente que el refuerzo positivo para modificar algunas conductas. 

Conducta supersticiosa
Skinner fue uno de los primeros psicólogos que mencionaron la posibilidad del condicionamiento “accidental”. Realizó experimentos con palomas, a las que dejó solas en sus jaulas, y dispuso las cosas de forma que un dispensador automático de alimentos dejara caer unos granos de maíz en las jaulas a intervalos regulares. Algunas palomas introducían la cabeza en la esquina superior de la jaula, otras saltaban sobre una pata, otras estiraban su cuello. En estos casos, la conducta ocurría antes de que apareciese la comida. Las palomas se comportaban como si esos actos fueran la causa de la aparición del alimento, aunque no existía ningún tipo de relación. 
Skinner bautizó la conducta que se producía en las palomas con la expresión conducta supersticiosa, porque estos comportamientos le parecían similares a las creencias supersticiosas que se dan en muchas culturas. Así como algunos seres humanos asocian andar bajo una escalera o cruzarse con un gato negro con la mala suerte, las palomas asociaban la extraña conducta que realizaban con la presentación de la comida. 
La conducta supersticiosa, extraña y contraria a la razón humana, es aquella que ha sido fortalecida o debilitada por haber sido reforzada o castigada accidentalmente debido al emparejamiento casual entre una respuesta y un reforzador. Este condicionamiento es extraño, porque, en lugar de darse una relación causal respuesta-reforzador, es una relación casual. Somos supersticiosos cuando atribuimos un resultado a una causa que no lo ha originado. 
Aunque muchos actores o deportistas llevan sus amuletos de la suerte, esta conducta supersticiosa no es extrapolable en su totalidad a los humanos, cuyos rituales supersticiosos generalmente son transmitidos por la cultura. 

Seligman, la indefensión aprendida. 
En su obra Indefensión (1975) expone algunos experimentos con animales que realizó para estudiar las reacciones conductuales ante situaciones en las que es imposible escapar para evitar estímulos desagradables.  El diseño experimental consta de dos fases, una de pretratamiento (a) y otra de prueba (b) y se utilizan tres grupos de sujetos: 
Grupo escapable. Se expone a los sujetos a un acontecimiento, como una descarga, que puede controlar ejecutando alguna respuesta.
Grupo inescapable. Son expuestos a idéntica situación, pero sus respuestas no pueden modificar el acontecimiento (no tienen control sobre él). 
Grupo control. No recibe pretratamiento

Durante la fase de prueba se somete a todos los sujeto a un tipo de condicionamiento idéntico, normalmente de escape-evitación, para comprobar los efectos producido en el aprendizaje anterior.
Comprobó que los perros que habían sufrido descargas inescapables durante la primera fase no aprendían a saltar al compartimento de seguridad para evitar la descarga  durante la segunda fase. Una explicación de este fenómeno es que los perros aprenden que la descarga es administrada independientemente de su conducta
Para los conductistas, el aprendizaje se debe a la asociación entre una conducta y sus resultados: si éstos son positivos, el sujeto aprenderá a repetir la acción. También aprende una relación de causa-efecto entre dos variables. 
Seligman advierte que es posible aprender la independencia de esas variables. En algunas ocasiones, un estudiante estudia mucho y no aprueba, ¿ha aprendido la relación entre esas dos variables o pensará que son independientes sin relación causa-efecto? 
La indefensión aprendida (IA) consiste en la falta de convicción en la eficacia de la propia conducta para cambiar el rumbo de los acontecimientos que vive el sujeto o para alcanzar los objetivos que se desean debido a la expectativa de falta de control. Algunos de sus efectos son:

Déficit motivacional: los animales o las personas son incapaces de iniciar una conducta voluntaria. La pasividad de los perros o las personas, tras sucesos traumáticos e incontrolables, refleja la incapacidad de los mismos para iniciar nuevas conductas (inhibición conductual).
Déficit cognitivo: es la incapacidad para realizar nuevos aprendizajes o para beneficiarse de nuevas experiencias. Generalmente, las expectativas futuras dependen de la creencia en que podemos controlar las experiencias pasadas y presentes. 
Déficit emocional: los estudios con humanos muestran que después de una experiencia incontrolable se originan sentimientos de indefensión, impotencia, frustración y depresión




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